Anti-Flow

Me gustan las palabras duras y terribles. Que chocan como trenes, bestias y humanos. Que caigan, trepen, muerdan, claras, diáfanas. Sin mas ni menos. Las palabras por naturaleza son sinceras. El sujeto, toma la palabra y se hace maestro, de planes maquiavelicos, para transformar la palabra en caricatura. Se dice, no se dice, se habla pero en silencio. Un gran eufemismo. Las caras escondidas detrás de una pantalla de proyección. No creo en los sentimientos. La poesía miente por que el cuerpo y sus reacciones son de por si una falacia material. Mi cráneo me habla historias graciosas. Yo le contesto verdades cocidas, convicciones que hablan de mi, mi vejez me impide perder el tiempo, mato las boberias y las ilusiones desaparecieron con los restos de la caja de Pandora. Soy un hombre, como una escultura. Cansado de hipocresías y de palabras derretidas, moldeadas para complacer. No gracias, este es Heberto. El mismo de siempre.



ps.


Cáliz de crudo
sarna de Cerbero
insolación tenebrosa
cúspide de carne
piernas de hielo
boca de ratas
Hasta que la muerte te separe.
Amen.